martes, 29 de enero de 2013

Fondan de Ducha y Bombas de Baño.

De entre los últimos inventos que han salido del taller casi todo son productos relacionados con el agua aunque no se trate de jabones. En primer lugar quiero hablar del Fondan de Ducha, una barrita hidratante a base de mantecas de cacao y karité, aceite de coco y crema de coco que se aplica con la piel húmeda y se enjuaga con agua, dejando una piel suave y nutrida sin sensación grasa. Me gusta sobre todo por la comodidad que supone por las mañanas. 
En cuanto a las bombas de baño, llevan una composición de aceites esenciales pensada para activar la circulación y proporcionar una sensación de ligereza inigualable. Por eso he preparado dos formatos, el de bomba grande que se utiliza en la bañera y los pequeños labios, pensados para utilizar en un hidromasaje para piés. Poco a poco iré preparando más variedades para incluir en los talleres de elaboración de cosméticos naturales.

jueves, 3 de enero de 2013

Lo confieso: a veces me como los productos de hacer jabón.


Si lo se, está feo, pero a veces tengo mucha hambre y no me puedo resistir. Todo empezó preparando un jabón de melaza de caña, un despigmentante natural y respetuoso con la piel. Abrí el bote, tomé la cantidad adecuada para agregarla al jabón y cuando fuí a poner de nuevo la tapa ocurrió: me chupé un poco el dedo y descubrí que estaba deliciosa.
A partir de ese momento utilicé la melaza de caña para endulzar el té. Por cierto, el jabón quedó estupendo y cumple su función a las mil maravillas, pero si quisiera hacer otro puede que me viera obligada a comprar más melaza.
Hace pocas semanas se repitió el episodio al preparar un jabón con leche de almendras, saboreé una pequeña gotita que quedó en mi dedo y me pareció una delicia, pero aguanté el tirón y me olvidé del tema.
Lo peor vino ayer, cuando por la tarde entre el frío y el hambre me vino una mala idea a la cabeza: leche de almendras calentita con chocolate. Dicho y hecho, eché mano del chocolate en polvo que utilizo para pigmentar los jabones de idem y el resultado fué expectacular,veremos si la próxima tanda de jabón de chocolate no termina siendo chocolate blanco.
Aunque si lo pienso bién, no empezó el problema con el jabón de melaza, porque para hacer el jabón de cerveza tengo que comprar el ingrediente principal de camino a la tienda para evitar que "alguien" se beba la botella en casa...
Y si me remonto en el tiempo creo que puedo encontrar algún ejemplo más, como cuando me quedo a comer en el Centro de Estética y hecho mano del aceite de oliva para el jabón de Castilla para aliñar la ensalada, o cuando utilicé el oleato de café, vainilla, clavo y naranja que había preparado para hacer un maravilloso jabón de café con leche para poner un poco a las tostadas (¡delicioso!).
En fin, supongo que todo ésto quiere decir que mis jabones son muy naturales.